- Residentes de la zona rural de Altamira se reunieron para celebrar misas en honor a San Isidro Labrador, el santo patrono de los agricultores y la lluvia.
- La comunidad de Esteros fue el epicentro de las plegarias, donde feligreses católicos se congregaron para rogar por el pronto inicio del periodo de lluvias.
- La celebración religiosa fue encabezada por Juan Enrique Olguín Olguín, párroco de la iglesia “Nuestra Señora de Santa María de Guadalupe” en Villa Cuauhtémoc.
En un esfuerzo por paliar la severa crisis hídrica que afecta a la región, los residentes de la zona rural de Altamira se reunieron para celebrar misas en honor a San Isidro Labrador, el santo patrono de los agricultores y la lluvia. La comunidad de Esteros fue el epicentro de las plegarias, donde feligreses católicos se congregaron para rogar por el pronto inicio del periodo de lluvias.
La celebración religiosa fue encabezada por Juan Enrique Olguín Olguín, párroco de la iglesia “Nuestra Señora de Santa María de Guadalupe” en Villa Cuauhtémoc. Durante la misa, el padre Olguín instó a los asistentes a mantener la esperanza y no caer en la desesperación ante la falta de agua.
«Hoy, en el día de San Isidro Labrador, nos reunimos con fe y devoción para pedirle a nuestro santo patrono que interceda por nosotros y nos traiga las lluvias tan necesarias para nuestra tierra y nuestras cosechas», expresó el párroco durante la ceremonia. «Sabemos que estos tiempos son difíciles, pero debemos mantenernos unidos y seguir confiando en que nuestras oraciones serán escuchadas».
El padre Olguín, guía espiritual de nueve capillas pertenecientes a la Parroquia de Villa Cuauhtémoc, extendió su mensaje de esperanza a las comunidades localizadas al norte del municipio de Altamira, en los límites con González y Aldama. La crisis hídrica ha impactado fuertemente estas áreas, poniendo en riesgo las actividades agrícolas y la vida cotidiana de sus habitantes.
La situación hídrica en Altamira sigue siendo crítica, y las autoridades locales están trabajando en medidas de emergencia para abastecer de agua a las comunidades afectadas. Sin embargo, la comunidad agrícola mantiene su esperanza puesta en San Isidro Labrador y en la posibilidad de que las lluvias lleguen pronto para aliviar su difícil situación.